Compañeras y compañeros del movimiento obrero y popular hondureño:
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¡Reconstruyamos la CNRP! |
Reciban un cálido saludo del
Partido Socialista de los Trabajadores (PSTLIT). Somos una organización fundada
hace más de treinta años, tiempo durante el cual hemos acompañado a la clase
trabajadora en su emocionante camino por emanciparse. En esa tarea hemos tenido
aciertos y sufrido reveses. Pero pese a éstos, hemos mantenido en alto las
banderas de la independencia de clase, la revolución permanente y el
socialismo. En nuestro XV Congreso Ordinario “Centenario de la Revolución
Rusa”, definimos como principal tarea en este momento la de la búsqueda de una
salida política a la crisis estructural hondureña.
Sobre el cielo de Honduras
se cierne una grave amenaza que muchos creíamos superada desde la transición de
dictaduras militares a gobiernos democráticos burgueses electos cada cuatro
años. Esa amenaza es la del continuismo de un gobierno corrupto, autoritario y
patronal. El hecho de que JOH haya participado como candidato a la presidencia
en las elecciones internas del Partido Nacional del pasado 12 de marzo, no deja
lugar a dudas de su interés por reelegirse a cualquier costo y seguir
impulsando las políticas fondomonetaristas destinadas a precarizar los derechos
laborales de la clase trabajadora, privatizando las empresas del Estado y
entregando los recursos naturales al capital nacional y extranjero.
Muchas han sido las
organizaciones que se han enfrentado a las medidas antipopulares del actual
gobierno. Destaca aquí la heroica lucha territorial encabezada por COPINH,
OFRANEH y MADJ. La del movimiento indignado que adquirió rango nacional en su
lucha contra la corrupción. La intensa lucha de los estudiantes de secundaria
exigiendo educación pública y gratuita. La gesta de los universitarios de la
UNA, en Catacamas, que garantizó no sólo la caída del rector, también la de un
modelo de universidad medieval y carcelaria. La que protagonizan ahora mismo
los estudiantes de la UNAH, con sus tomas de edificios, movilizaciones, mítines
y asambleas, y cuyo eje central es la caída de la rectora Julieta Castellanos y
su proyecto de IV Reforma Universitaria. Sin olvidar las luchas emprendidas por
los trabajadores estatales que se alzaron contra los despidos masivos; la
huelga del SITRATERCO por mejores condiciones de salud; la de los obreros
industriales de ZIP Búfalo y el tesonero trabajo que lidera CODEMUH por el
reintegro de las trabajadoras que fueron injustamente despedidas en la
maquiladora DELTA-HONDURAS. Y la mesa de indignados en El Progreso contra la
privatización de los ejes carreterros.
Lo anterior es un indicativo
de que la gente quiere luchar por cambiar las actuales condiciones. Si en
algunas de ellas hemos sido derrotados por la patronal u obtenido conquistas
parciales, es porque las mismas se desarrollan de manera dispersa, atomizada y
sin el concurso y solidaridad del movimiento obrero y popular hondureño. De ahí
la necesidad urgente de constituir una instancia de lucha unitaria que reúna en
su seno a todas aquellas organizaciones populares dispuestas a enfrentar en las
calles el proyecto reeleccionista de JOH y sus planes de hambre y miseria. Esa
instancia sólo puede darse al amparo de un programa que recoja las demandas más
sentidas del pueblo trabajador y de un plan de lucha que acabe con la
continuidad capitalista en el país. Esa instancia es lo que en el pasado se
conoció como la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), con sus
conversatorios y Paros Cívicos Nacionales.
La reconstrucción de la CNRP
es una tarea imperiosa. Para su cumplimiento se requiere del compromiso de las
distintas organizaciones obreras y populares y que éstas entreguen lo mejor de
su experiencia de lucha. Los primeros pasos ya se están dando. El Padre Melo y
organizaciones como el COPRUMH y el COLPROSUMAH han manifestado su interés del
organizar la oposición a la reelección en las calles, tal como hemos venido
insistiendo en nuestra prensa partidaria. En este esfuerzo es necesario el
concurso de las bases de la Alianza Opositora, de todas aquellas compañeras y
compañeros honestos y luchadores que, pese a estar convencidos de que la
estrategia electoral frenará la intentona reeleccionista, pueden también
acompañarnos en la difícil y urgente tarea de reconstruir la CNRP. Ellos
también son bienvenidos.
No será fácil, pero somos
optimistas. Si logramos reconstruir la CNRP estaremos inaugurando un nuevo
momento en la lucha de clases en el país. En esa tarea estamos abocados como
Partido Socialista de los Trabajadores y en su consecución esperamos contar con
la participación y esfuerzo de todas y todos los luchadores.