La lucha por conquistar el derecho al
voto no fue fácil, mucho menos se trató de una regalía, fue uno de los mayores
resultados de la Huelga Bananera de 1954 y de las presiones que generó a nivel
local las intensas oleadas de luchas protagonizadas por el movimiento
sufragista que sacudió al planeta entero durante la primera mitad del siglo XX.
Pese a ello, la realidad nos demuestra que el capitalismo adeuda a la humanidad
y a la mujer particularmente más que derechos democráticos. La violencia, el
desempleo, la esclavitud doméstica y la desigualdad salarial con que ellas
viven día a día son motivos de grandes luchas a lo largo y ancho del globo
terráqueo.
El ímpetu y espíritu de lucha de las
hondureñas ha ido más allá del movimiento sufragista. Prueba de lo anterior es
que en la historia reciente ellas estuvieron en primera fila contra el golpe de
Estado de 2009 y en el ascenso insurreccional contra el fraude electoral de
JOH. Presentes en cada toma, barricada, movilización y cacerolazo, también se
movilizaron contra los 236 femicidios que dejó 2017 y la impunidad con que
cuentan los agresores y asesinos. Estuvo también en la jornadas de lucha en
repudio al descalfo del IHSS que dejó a muchas mujeres con pagos atrasados por
licencias de maternidad, muertes por pastillas de harina, sin medicamentos y
citas para sus hijos. Las vemos luchando en las maquilas contra los despidos
ilegales a trabajadoras con dictamen de enfermedad profesional, contra el alto
costo a la canasta básica inalcanzable para las más de miles de madres solteras
y jefas de hogar, contra la penalización del aborto y las PAE. Por último,
activando para conquistar el derecho a la tierra y en contra de las concesiones
a las transnacionales destructoras de ríos y bosques en tierra ancestral.
El continuismo del gobierno de Juan
Orlando Hernández no es más que el continuismo de una política de miseria,
violencia y discriminación para las mujeres más pobres. Los cuatro años de su
gobierno fueron más que suficientes para demostrar que este gobierno no tiene
nada que ofrecerles a las mujeres. JOH es el principal enemigo de las luchas de
las mujeres y por eso debe ser derrocado.
Convencidos estamos de la necesidad estratégica de sumar masivamente a
las mujeres a la lucha contra el dictador. Llamamos a que en cada barrio,
centro de trabajo y estudio las mujeres organizadas y no organizadas llenemos
las calles, y nos sumemos una vez más al PARO NACIONAL contra JOH, para exigir
su salida inmediata, y los derechos arrebatados y negados en su gobierno
nefasto. Llamamos a los movimientos de
mujeres a coordinar acciones de protestas este 25 de enero. Si con organización
y movilización conquistamos el voto podemos con todo, por más derechos para las
mujeres y menos dictaduras.
Secretaría de la Mujer del Partido Socialista de los Trabajadores